¿Y...quién podrá defendernos?
Hoy, la Defensoría del Pueblo enfrenta su más grave crisis desde que fue creada. El escándalo más reciente tiene que ver con la Defensoría adjunta, figura técnica cuyo director requiere de un amplio conocimiento y experiencia en la defensa de los derechos humanos, y la que está establecido, expresamente, debe ser ocupada por una persona no partidista.